Entrar a una gran superficie es un sueño para muchos de los que creamos productos, pero detrás de ese sueño hay un montón de retos que hay que enfrentar para ser exitoso en esta línea de negocio.
Todo empezó a mis 15 años, cuando descubrí que mi parque de diversiones favorito era un supermercado. Pasearme por cada pasillo era una experiencia extrasensorial, mirar la cantidad de creaciones, sabores y marcas es emocionante. Sin embargo, nunca lo vi como un sueño posible; eso era solo para “los grandes”.
Pero el mundo ha cambiado. Nuevos supermercados se han creado y, asimismo, muchas marcas han empezado a ocupar los espacios que anteriormente solo ocupaban las marcas multinacionales.
Así fue como en el 2018 mi mejor amigo, Andrés Méndez, me empezó a decir que tenía que crear un producto para el consumo masivo. Al principio le dije que no, que eso era muy grande, pero con el tiempo empecé a saborear la idea, dibujé y empecé a trabajar en los LÜ, un formato pequeño de las tortas, la dosis perfecta para matar el antojo. Hice mis primeros dibujos de cómo visualizaba el producto.
Pero sentía que lo clave es que se vieran las capas, así que busqué un empaque transparente, para mantener el concepto de "naked cakes" que manejamos en Luisa Postres. Este producto es el que siempre soñé ingresar a las grandes superficies.
Gracias a los socios de Andrés: Mateo y Santiago, logramos nuestro primer gran paso al ingresar a Rappi Turbo. Este fue el primer intento de posicionar nuestros productos en grandes superficies.
Sin embargo, descubrimos que para entrar a estos mercados, los empaques deben tener un sello de seguridad para evitar que alguien los abra. Esto, junto con toda la información de rotulación según la ley 810 del 2021, era algo que desconocíamos.
La vida a menudo nos lleva por caminos inesperados, y los LÜ enfrentaban una dificultad para entrar en el mercado nacional debido a su corto tiempo de vida útil. Para grandes superficies, se necesitan productos que duren entre 4 y 6 meses, algo que los LÜ no podían cumplir porque no contienen conservantes.
En 2023, un producto se viralizó en TikTok y nos dimos cuenta de que era la oportunidad perfecta, ya que había más de un millón de personas interesadas en él. Contacté a mis amigos y les dije que ya tenía el producto ideal para las grandes superficies: el Helado de Torta de Zanahoria, un producto novedoso en el mercado.
Teníamos menos de 2 meses para desarrollar tabla nutricional, diseñar e imprimir empaques, codificar, realizar la producción de siembra y poner el producto en las 90 tiendas a nivel nacional.
El primer gran desafío fue la creación del empaque. Para poder imprimir un empaque así, tocaba hacer mínimo 10 mil unidades, que era un número gigante para nosotras. Y cada tinta aumentaba el costo. Así que nos fuimos con una sola tinta, naranja intenso.
Cuando ya teníamos el diseño, faltaba ponerle la información nutricional en la que el ingeniero de alimentos estaba trabajando. Cuando le mandé el arte me mandó a cambiar todo porque no estaba alineado a lo que la ley decía, pero además, nos hacían falta los sellos negros de advertencia.
Ya estabamos sobre el tiempo, teníamos que haber mandado a producir hacía 2 semanas porque la producción tardaba un mes en llegar, más el tiempo de producción del helado. Así que sin pensar mucho, agregamos la información como nos dijo y mandamos a imprimir.
Mientras los empaques estaban en producción, empecé a buscar las fundas de seguridad, porque sí o sí estos productos tienen que llevar un mecanismo que garantice que nadie los puede destapar, y que si lo hicieron sea notable.
Conseguí un señor experto, le lleve el empaque, sacó medidas y arrancó la producción. Todo en marcha.
Como a las 3 semanas llegaron los empaques del helado a la planta, y apenas vi el empaque, lloré en secreto, pero no fue de la emoción por mi primer empaque de grandes superficies, sino porque los sellos negros era lo que llamaban toda la atención. Fue devastador. Pero pues nada, a limpiarse la lagrima y seguir.
Empezamos a producir el helado, y apenas los primeros helados salieron, fuimos a enfundar, cuando la sorpresa fue otro totazo: había sacado la medida de la funda del empaque viejo y no era igual al nuevo. Era la misma medida en onzas (16oz) pero al parecer no eran igual en su forma cónica. 10 mil fundas de seguridad inservibles. Y tenía que entregar el pedido el lunes y esto era un viernes.
Salí corriendo a buscar algún nuevo proveedor de fundas que me las pudiera entregar de inmediato para enfundar todo el fin de semana, y después de llamar a 5 lugares, uno me dijo que de una pero tenía que irme hasta allá, así que arranqué a buscar esas fundas. Viernes 6pm estaba saliendo del centro de Bogotá con mis nuevas fundas.
Producimos sin parar todo el fin de semana para entregar el lunes y empezar el recorrido a las tiendas de Farmatodo a nivel nacional.
Entrar a una gran superficie es toda una odisea que merecía ser contada. Ya el cómo mantenerse es otro cuento.
Esta experiencia ingresando a grandes superficies me enseñó a mí, y a mi equipo, que no es suficiente planificar y ser meticuloso al extremo. Siempre habrá contratiempos imprevistos. La clave es la forma en que enfrentamos y solucionamos estas dificultades. Buenas relaciones, comunicación abierta y buena actitud son los elementos esenciales para superar cualquier obstáculo.